El titanio es un metal increíblemente resistente que tiene un inconfundible aspecto blanco metálico, se ha fabricado para diversas aplicaciones desde petroquímica, aeroespacial, aviación, navegación, semiconductores, medicina, etc. CP titanio se sabe que no es magnético, una de las razones por las que puede utilizarse en implantes artificiales de huesos y articulaciones. El titanio es inmune a las resonancias magnéticas y a las tormentas eléctricas en el cuerpo humano y no hace explotar las minas cuando se utiliza en los proyectiles de los submarinos. Entonces surge la pregunta: ¿son magnéticas las aleaciones de titanio? ¿Es magnético el titanio de uso médico? ¿Es seguro el titanio para la resonancia magnética?

Los resultados de la presente investigación sugieren que, aunque no es magnético en circunstancias normales, el titanio tiene algunas propiedades magnéticas. Esta propiedad se denomina paramagnetismo, que se refiere a su capacidad para repeler campos magnéticos y generar el campo magnético opuesto al aplicado. En la práctica, esta propiedad es un rasgo valioso en diversas aplicaciones de ingeniería, como la resonancia magnética y la simulación magnética.

Por ello, los implantes de titanio son menos propensos a sufrir complicaciones por los rayos X o las tomografías computarizadas. También evitan magnetizarse cuando se exponen a campos electromagnéticos, como los producidos por la electrónica moderna. Esta propiedad del titanio también significa que no activa los detectores de metales de los aeropuertos. Aunque el titanio puede tener un alcance magnético limitado, su gran resistencia a la tracción lo convierte en un componente importante de muchas industrias. Sin embargo, la implantación de una aleación de titanio puede tener un ligero impacto en la resonancia magnética, lo que puede afectar a la calidad de la imagen, que debe ser evaluada exhaustivamente por los clínicos en función de la situación específica.

Otra ventaja del titanio es su baja densidad. Entre otros metales, el titanio tiene la densidad más baja. La coincidencia de la densidad del titanio con la del tejido óseo ayuda a reducir el apantallamiento por tensión, a mantener una distribución adecuada del peso corporal por toda la estructura esquelética y a mejorar la calidad de la imagen en el diagnóstico por imagen. Esta característica hace que el titanio sea la opción preferida para los implantes biomédicos, especialmente los del área craneofacial. Además, los implantes de titanio son ligeros y no se degradan con el tiempo.

A pesar de las propiedades de alta temperatura del titanio, sus aplicaciones biomédicas son limitadas. Como consecuencia, este metal es sensible a las alergias metálicas. Por ejemplo, el titanio es susceptible de reaccionar con diversos biomateriales. Sin embargo, esto no significa que el titanio sea alérgico al oro. Se ha demostrado que el titanio puede utilizarse para tratar a pacientes que sufren una alergia metálica. En estos casos, el uso del titanio en la magnetoterapia no se limita a los metales, sino que también es beneficioso para el cuerpo humano.